Los presocráticos
Los problemas relevantes en los inicios de la ciencia occidental
Los orígenes de la ciencia occidental se remontan al siglo VI AC. Sabemos que en el año 585 AC el filósofo milesio Tales predijo un eclipse. Dado que, en general, no es posible datar con precisión el inicio de un nuevo modo de pensamiento, en filosofía antigua se suele tomar como referencia ese año como el comienzo del pensamiento científico en occidente (aunque, desde luego, sabemos que no fue en ese año preciso).
Los primeros científicos griegos abordaron el desafío de explicar el movimiento. Se enfrentaban, básicamente, a dos tipos de experiencias: las del movimiento de los fenómenos celestes y los cambios, más variados, que se observaban en la Tierra. Existieron dos focos geográficos en los cuales se desarrolló la ciencia griega en sus inicios. Uno, en las colonias griegas en Jonia y otro en las colonias griegas que se desarrollaron en el territorio de la actual Italia, y que se lo conocía como la Magna Grecia. Una ciudad jónica llamada Mileto estaba estratégicamente ubicada en la ruta marítima comercial entre Grecia y Oriente próximo.
El intercambio comercial no sólo favorece el desarrollo de la economía sino que suele ir acompañado de un interesante intercambio cultural. En esa ciudad, además de Tales, también podemos mencionar a Anaxímenes y Anaximandro como filósofos y científicos (la diferencia no existía en esa época) preocupados por dar cuenta del cambio.
Es necesario tener en cuenta que para poder explicar el movimiento son necesarios, al menos, tres elementos: algo que permanezca estable, algo que se mueva y algo que mueva. El gran problema para los filósofos milesios era, sin duda, la estabilidad, en tanto es más accesible a la experiencia el movimiento y lo que mueve. Propusieron, entonces, que, bajo los diferentes cambios que se observan, existe un elemento estable que subyace a todas las cosas: Tales, por ejemplo, propuso el agua y Anaxímenes, el aire.
A este elemento lo denominaron arché (se pronuncia "arjé), esto es, "principio", pero no principio en el sentido de origen (el cosmos, para los antiguos griegos, es eterno), sino como elemento básico unificador de todas las cosas.
Como lo que nos interesa estudiar es el desafío que significó en los albores de la ciencia la explicación del cambio, nos centraremos, para comenzar, en Parménides y Heráclito, por dos razones. La primera es que ambos afrontaron directamente el problema que nos interesa y ofrecieron respuestas dispares. La segunda radica en la importancia que ambos filósofos tuvieron en el pensamiento occidental.
Referencia de imágenes:
1) Mapa de la Magna Grecia: Sanchez, J. R. A., Aja, J. R. (2009, July 09). Colonización Griega en Magna Grecia. Retrieved March 04, 2012, from OCW Universidad de Cantabria Web site: http://ocw.unican.es/humanidades/historia-del-proximo-oriente/modulo-5/imagenes/colonizacion-griega-en-magna-grecia.