Los experimentos y sus resultados
Mendel eligió para elaborar sus experimentos las plantas de arbejas del género Pisum. Estas plantas presentan 7 características cuyas variedades eran por él bien conocidas, a saber: forma de la semilla, color de la semilla, forma de la vaina, color de la vaina, color de la flor, posición de la flor y tamaño del tallo. Cada característica, las llamaremos rasgos, podía presentar dos variedades. Por ejemplo para el rasgo “color de semilla” las plantas presentaban la variedad verde o la variedad amarilla, mientras que para el rasgo “color de la flor” las plantas presentaban la variedad violeta o la variedad blanca. La elección de esta especie de planta le permitió a Mendel poder reconocer rápidamente que variedad era la que aparecía en la descendencia y a su vez contabilizarlas. Tomo entonces plantas que diferían en un rasgo, como por ejemplo color de flor y efectuó con ellas una serie de cruzamientos, teniendo cuidado de que sea el polen de la planta elegida la que fecunda los óvulos de la otra planta elegida como parental, de manera tal de que no se introduzca en sus experimentos polen extraño. ¿Qué hubiera ocurrido si Mendel no hubiera tenido estos recaudos?
La primera serie de experimentos la realizó tomando líneas puras, es decir, la planta padre con la variedad de flor color violeta provenía de padres y abuelos, etc., todos de flores violetas. Lo mismo para la otra planta, la de flor blanca, que provenía de padres, abuelos, etc., todos de flores color blancas. En la primera serie de cruzamientos obtuvo como resultado que todas las platas de la descendencia tenían al crecer flores únicamente de color violeta. Vamos a llamar a estas plantas 1º generación (G1).Repitió los experimentos varias veces y el resultado fue siempre el mismo.
Frente a éstos resultados Mendel propuso la siguiente afirmación:
E1- Cuando se cruzan dos variedades que no difieren más que en un rasgo se obtiene una primera generación de descendientes que son todos idénticos.
Luego tomó plantas de la 1º generación y efectuó una serie de nuevos cruzamientos. De esta serie obtuvo como resultado que en la descendencia, la llamaremos 2º generación (G2), aparecían, para su sorpresa, plantas de flores blancas además de plantas con flores color violeta. Repitió varias veces los cruzamientos y siempre obtuvo una descendencia (G2) que presentaba ¾ (o 75%) de plantas con flores violetas y ¼ (o 25%) de plantas con flores blancas.
Frente a estos nuevos resultados obtenidos en la 2º generación propuso:
E2- Si se hacen reproducir a estos primeros descendientes (G1), los descendientes de la segunda generación que se obtienen presentan el rasgo de la primera generación en una proporción 3 a 1 respecto del otro rasgo.
Mendel llamó “dominante” a las características que pasan sin cambios a los híbridos, siendo por eso mismo los que representan las características híbridas y “recesivas” aquellas que desaparecen en los híbridos de la 1º generación pero que se encuentran latentes en la unión y que luego aparecen en sus descendientes.
En ambas afirmaciones Mendel expresa sintéticamente los resultados empíricos obtenidos, pues describen proporciones o frecuencias en que aparecen las variedades en la descendencia pero estas afirmaciones no llegan a explicar el por qué ocurre tal cosa, diremos que le falta aún proponer un "mecanismo de la herencia".
Mendel finalmente propone el esperado mecanismo al relacionar los resultados experimentales con la formación de las células sexuales o germinales, es decir, con la formación de las células del polen y las células o gametos femeninos. Plantea, en primer lugar que las células sexuales son las que portan los “elementos celulares” (algo que Mendel desconoce pero que luego en la teoría de la genética actual serán “factores” o “genes”) que se corresponderán con la constitución interna de las formas de los individuos híbridos, aquello que dará una variación determinada (tal como un color de flor particular, etc.). Y, en segundo lugar, propone que durante el cruzamiento las células sexuales femeninas y masculinas se unirán en el momento de la fecundación aleatoriamente o al azar.
Lo hasta aquí presentado del trabajo de Mendel no agota la amplitud de su teoría de la herencia, pero para nuestros fines con lo hasta ahora expuesto nos bastará.