Instrumentos de observación astronómica
El telescopio es el instrumento de observación astronómica por excelencia, y desde su descubrimiento provocó un gran interés: permitió al hombre observar lo que sucedía a grandes distancias, que el ojo humano “desnudo” no podía ver. El primer telescopio surgió a fines del siglo XVI principios del siguiente, cuando Hans Lippershey lo construyó y su difusión su inmediata. Galileo lo emplea en el siglo XVII, lo mejora y es él el que tiene la más precisa visión del cielo que jamás había tenido un hombre. Sus observaciones mostraron, entre otras cosas que no todo giraba alrededor de la Tierra, este dato fue importante para los defensores de la teoría heliocéntríca (es evidente que estas observaciones sólo tienen relevancia si el observador confía en el instrumento). Desde sus inicios el telescopio ha tenido una evolución permanente y esto ha sido posible gracias al desarrollo de la teoría óptica y a las técnicas de pulido de lentes, que contribuyeron en la mayor precisión de este elemento tecnológico, asimismo este aparato ha permitido generar nuevas teorías con respecto al Cosmos.