Controversias científicas
Las controversias científicas constituyen parte de la práctica científica y tienen lugar cuando diferentes grupos de científicos han propuesto distintas teorías para dar cuenta de algún fenómeno natural o social.
Las controversias suelen tener un desarrollo. Comienzan cuando surgen teorías rivales, ambas con algún tipo de apoyo empírico, argumentación y articulación con el resto de los campos de conocimiento. Se desarrolla la controversia buscando el modo de decidir entre las teorías en conflicto, a veces buscando nuevos datos, otras veces mostrando anomalías y dificultades que una de las propuestas no puede sobrellevar. En varias oportunidades la búsqueda de datos involucra esperar el desarrollo de nuevas tecnologías, de manera que las controversias pueden desarrollarse a lo largo de varios años.
Los factores internos a la práctica científica, como el apoyo empírico o la articulación entre teorías, son cruciales para la clausura o resolución de la controversia, pero también debe ponerse de manifiesto que existen siempre factores externos que se suman para dar el resultado final de la resolución de la controversia.
Respecto a cuáles son los factores preponderantes para el cierre o clausura de la controversia los filósofos debaten desde dos posturas diferentes: internalismo y externalismo
La corriente llamada "externalismo" denuncia que siempre existe la influencia de los factores externos y que una