Actividad: La filosofía de la ciencia como disciplina metacientífica
Actividad
Vamos a centrarnos en una de las preguntas que enunciamos con anterioridad (ver La ciencia como cuestión):
¿Existe un orden en el mundo que nosotros podemos descifrar? ¿O tal vez somos nosotros los que ordenamos el mundo con el fin de poder comprenderlo y manejarnos en él?
A partir de este interrogante se plantea resolver las siguientes consignas:
1) ¿Por qué creés que la ordenación y explicación del mundo llevada a cabo por la ciencia nos parece evidentemente racional mientras que las divisiones hechas por el emperador chino y el Instituto Bibliográfico de Bruselas (aquellas que nos cuenta Borges, ver fragmento) no pueden dejar de parecernos evidentemente disparatadas?
2) Teniendo en cuenta tu experiencia como estudiante, piensa lo siguiente:
Las diferentes ciencias naturales que conoces pueden tener como objeto de estudio al cuerpo humano: por ejemplo la división en aparatos que de él hace la biología, desde la física (mecánica) podría estudiarse el principio de palanca en el cuerpo humano, desde la química su composición en tanto materia viva, etc. Todos saberes diferentes acerca del cuerpo humano, ahora ¿el cuerpo humano es el mismo para todas las ciencias o hay un cuerpo para la biología, uno para la física y otro para la química? ¿por qué?
3) Piensa y escribe una definición de ciencia.
La filosofía de la ciencia como disciplina metacientífica
Hasta ahora sólo hemos incursionado en uno de los múltiples interrogantes que nos plantea la ciencia si la ponemos en cuestión, es decir si la miramos desde un punto de vista que no es el que acostumbramos. El cuento de Borges nos invitó a hacerlo. Ahora sabemos que hay diferentes abordajes que se pueden hacer de la ciencia desde una perspectiva filosófica que, como dijimos, intenta disipar las familiaridades admitidas. Algunas de las disciplinas que abordan críticamente la ciencia son la historia de la ciencia, la sociología de la ciencia, la psicología de la ciencia y la filosofía de la ciencia. Se trata de disciplinas metacientíficas.
La filosofía de la ciencia o epistemología (ver NOTA), en tanto que es una rama de la filosofía, posee algunas proposiciones básicas que son de naturaleza filosófica. Estos enunciados pueden ser o no compartidos con los científicos: por ejemplo, que la naturaleza presenta una cierta legalidad y que el intelecto humano puede llegar a comprenderla es una afirmación de carácter filosófica (tesis ontológica y gnoseológica respectivamente), pero mientras que el científico no necesita fundamentar estas tesis, el filósofo sí debe hacerlo. La filosofía de la ciencia tiene como objeto estudiar el modo en que se producen y se legitiman los conocimientos científicos. Aunque se propone identificar las propiedades características del conocimiento científico, no es una disciplina meramente descriptiva si no que incorpora una dimensión normativa dado que estudia, por ejemplo, cuáles serían las condiciones para que una hipótesis o teoría pueda ostentar el status de conocimiento científico. Reflexiona también sobre los diversos métodos científicos. Además aborda problemas tales como el rol de la ciencia y la tecnología en relación con la naturaleza, la cultura y la sociedad y la relevancia de los resultados científicos en el pensamiento filosófico, por ejemplo el planteo de nuevas cuestiones éticas (bioética) y antropológicas ( filosofía de la mente) que la ciencia obliga a pensar.
NOTA: Hay controversia sobre si es lícito o no utilizar como sinónimos “filosofía de la ciencia y “epistemología” Al respecto G. Klimovsky (1997:27) sostiene: “Estrechamente vinculada a la epistemología se halla la filosofía de la ciencia, que algunos autores identifican con aquélla. Sin embargo, no es conveniente hacerlo así, porque la filosofía de la ciencia, como la filosofía en general, abarca muchos problemas que no son estrictamente epistemológicos. Un problema filosófico sería, por ejemplo, tratar de decidir si la realidad objetiva existe o es una ilusión de los sentidos; en este ámbito, el filósofo de la ciencia puede interesarse por la cuestión de si la física, por ejemplo, presupone una metafísica peculiar que afirme la existencia de una realidad externa a la subjetiva. Pero éste no es un problema central para la epistemología. Se puede sostener que los criterios de validación de una teoría no son necesariamente dependientes de criterios metafísicos. Es asunto de controversia. Hay quienes admiten que los cánones del método hipotético deductivo son totalmente independientes de las opiniones que se sustenten acerca de la realidad objetiva o de las sustancias primarias que constituyen el universo. Para otros no es así. Los presupuestos filosóficos que existen en la ciencia influirían de un modo esencial en la adopción de éste o aquel criterio epistemológico. De manera que el término “filosofía de la ciencia” es más amplio que el término “epistemología”, y ésta sería tal vez una disciplina independiente de aquélla, si bien las conexiones entre ambas y las presuposiciones epistemológicas constituyen de por sí asunto del mayor interés filosófico.”
Bibliografía
G. Klimovsky (1997) “El concepto de ciencia” en Las desventuras del conocimiento científico, A-Z: Buenos Aires