Las hipótesis "ad hoc": segunda parte
La tarea de extraer las consecuencias que se derivan de la teoría no siempre es una tarea sencilla. Por ejemplo, dados los principios de Newton de atracción gravitatoria y relación entre la fuerza y la aceleración podremos llegar a extraer con qué aceleración deben caer los cuerpos en la superficie terrestre. Este fue uno de los éxitos rotundos de la teoría de Newton ya que mostraba la capacidad de prever los resultados encontrados por Galileo. Sin embargo dado que la magnitud con la que se atraen los cuerpos depende de las masas en juego y la distancia que los separa, si no tenemos en cuenta la masa terrestre y el radio terrestre no podremos hacer ningún cálculo. Finalmente supongamos que según nuestros cálculos los cuerpos debieran caer a 9,83 m/s2 y al hacer el chequeo experimental encontramos que varios objetos caen a 9,82 m/s2.
También supongamos que esa discrepancia es significativa porque tenemos sensores muy precisos. Ahora nos queda decidir si la ley de gravitación o el principio de masa están equivocados, o bien si lo que está errado es nuestra estimación del radio y la masa terrestres. Es decir, esta anomalía puede dar lugar al rechazo de la teoría o una revisión de hipótesis auxiliares que fueron necesarias en la predicción.
Dado que hemos utilizado información extra (masa y radio terrestre) para nuestros cálculos, quizás la falla se deba a esta información, es decir a las hipótesis auxiliares (afirmaciones necesarias para extraer consecuencias observacionales o para configurar experimentos que provean datos) de la teoría y no a la teoría misma. Si optamos por echarle la culpa de la falla predictiva a las hipótesis auxiliares o a alguna otra situación capaz de alterar los resultados, habremos realizado una hipótesis ad hoc (hipótesis para el caso), es decir habremos dado una explicación especial para salvar la teoría, especificando que la falla se debe a otra cosa que no es estrictamente parte de la teoría (no es ninguna de las leyes propuestas en la teoría).
Es cierto que si la estimación del radio terrestre fue mala, entonces los datos no coincidirán con nuestros cálculos. Pero si en cambio para explicar el desajuste entre las predicciones y las observaciones sugerimos que existe una fuerza “indetectable” que frena a los cuerpos en su caída. Entonces esa hipótesis ad hoc no sería científica. Diremos que es una "hipótesis ad hoc mala" ya que no hay ningún tipo de experimento que pueda poner a prueba esta afirmación y de ese modo parece una hipótesis inútil para la investigación científica. En cambio dirigir la culpa de la falla predictiva a la estimación del radio terrestre o de la masa terrestre o postular la existencia de un nuevo campo de fuerzas que podría medirse con otros instrumentos, son todas hipótesis ad hoc buenas, aunque este apelativo no las hace verdaderas. El criterio es que la hipótesis ad hoc debe tener una manera de ponerse a prueba independiente del episodio que la motivó. Nótese que podría haber hipótesis ad hoc buenas pero falsas, mientras que no podríamos saber si hay hipótesis ad hoc malas verdaderas (ya que no habría modo de ponerlas a prueba).
NOTA: No obstante esta distinción, en la literatura muchas veces encontraremos que la nomenclatura "hipótesis ad hoc" se usa para lo que aquí hemos llamado "hipótesis ad hoc malas".