Gestalt
Entendemos que cuando hablamos de carga teórica en la observación, nos referimos a la teoría que fundamenta el correcto uso de un instrumento o método para observar. Sin embargo, existe otra carga teórica, a las que llamamos “hipótesis subyacentes”. Estas son una serie de hipótesis previas que guían la observación e influyen en la interpretación que hagamos de lo observado, aún cuando no empleemos ningún instrumento. Suscintamente, podemos caracterizar que toda observación, se basa en una interpretación, a partir de la percepción de estímulos. Pero, ¿cómo sucede esa interpretación? ¿Qué influye en la observación, en la percepción? ¿Todos observamos lo mismo, pero lo interpretamos desigual? Para indagar un poco más en estas cuestiones, vamos a retomar primero, algunos aportes que realizo la Psicología de la Gestalt a principios de siglo XX. En particular, esta corriente de la psicología se interesó en investigar los fenómenos de percepción psicológicos, es decir, de qué manera vemos lo que observamos, y si es posible encontrar alguna regularidad en esto.
Las leyes de la percepción
“Gestalt”, en alemán, puede traducirse como “forma, figura, estructura”. En cualquier percepción que hagamos, en lo que vemos se diferencia la figura (gestalt) del fondo. Esto podemos ponerlo en práctica en este momento. Mientras están leyendo este texto, la figura son las palabras en las cuales están haciendo foco; sin embargo, aquellas partes del texto que no se leen (y quizás también, el monitor, la pared de fondo) sirven como fondo que “sostiene” la figura. Pero la figura puede cambiar si prestamos atención a otra cosa. También podemos pensar en el cine, cuando en una escena se enfoca un personaje (apareciendo en primer plano) y quedando el resto de la escena fuera de foco. Es decir que en aquello que prestamos atención es la figura; el resto es el fondo. Pero esto es dinámico e incluso puede modificar sustancialmente lo que observamos (ver figura).
En este punto, la Gestalt comienza a diferenciarse de la postura Conductista. Para los gestálticos, los sujetos captan gesltats (figuras) y las organizan para darle un sentido (podría decirse que aquello que observamos es un “campo” con elementos, los cuales, según la idea de figura/fondo, organizamos para darle un sentido); de esa manera es posible el aprendizaje por “insight” o “discernimiento de manera repentina" frente a un problema que no le encontramos solución y pasamos a resolverlo. Organizamos de una manera significativa los elementos del campo y esto es “repentino”, sin tener que ver con pruebas de “ensayo y error”, posición que defenderían los conductistas. Posteriormente, los aportes de Piaget y Vigotsky en el ámbito de la psicología educacional ayudarían a comprender mejor esta idea de “aprendizaje repentino”, dando cuenta de cuáles son los otros procesos cognitivos y sociales que influyen en el aprendizaje.
Pero volvamos a centrarnos en qué sucede con la percepción; los gestálticos plantearon una serie de leyes que nos ayudan a comprender cómo se organiza la percepción, para luego explicar todos los procesos psíquicos. Vamos a centrarnos en algunas, las que nos ayuden a entender cómo incide esa “carga teórica” que refiere a las hipótesis subyacentes.
Ley del carácter de miembro
Los atributos o aspectos de las partes componentes quedan definidos por sus relaciones con el sistemas como un todo. Es decir que las partes tienden a relacionarse entre sí, en la medida que se configuran como un todo.
Ley de la “buena forma” o "pregnancia”
La organización psicológica tiende a moverse en una dirección determinada, más que en otras direcciones: es decir hacia una buena configuración de la gestalt. Por eso los todos estructurales emergen según cierta dirección y se impondrá aquella clase de organización más ordenada, más amplia, más estable y libre de lo casual y arbitrario. A partir de esta segunda, se deducen otras:
Ley de semejanza
Los rubros similares (semejantes en forma, color, etc.) y las transiciones similares tienden a constituirse en conjuntos. En el aprendizaje, es más fácil captar semejantes que desemejantes, en la medida que se pueden encontrar rasgos similares y no por simple asociación.
Ley de proximidad
Los elementos tienden a agruparse en función de su cercanía espacial: los ítems más cercanos forma grupos, configuran conjuntos. La percepción favorece la agrupación de lo que se observa por la cercanía de las partes, llegando a percibir una figura.
Ley de la buena continuidad
Elementos como una línea curva o recta, serán identificamos como integrantes de la misma gestalt, aún cuando permanezcan separados entre sí, o bien, fueran posibles otras clases de estructuras perceptivas.
Ley de cierre
Las áreas cerradas son más estables que las áreas no cerradas y tienden a formar figuras en la percepción. En el caso del aprendizaje, si el todo es visto como incompleto se genera una tensión que buscará llegar a una complementación, es decir, que las partes constituyan un todo.
Esta ley de cierre se corresponde con la herramienta metodológica llamada "círculo hermenéutico" según la cual cada parte aporta un sentido al todo y a su vez el todo otorga sentido a cada una de las partes.