Diferencia entre revisiones de «Larry Laudan»
(Página creada con «Larry Laudan Algunas de las ideas que siguieron a esta polémica entre Kuhn y Popper fueron por ejemplo las ideas de Larry Laudan ¾ sus libros más conocidos son El progres...») |
Sin resumen de edición |
||
(No se muestran 2 ediciones intermedias del mismo usuario) | |||
Línea 2: | Línea 2: | ||
Algunas de las ideas que siguieron a esta polémica entre Kuhn y Popper fueron por ejemplo las ideas de Larry Laudan | Algunas de las ideas que siguieron a esta polémica entre Kuhn y Popper fueron por ejemplo las ideas de Larry Laudan. | ||
Sus libros más conocidos sobre estos temas son ''El progreso y sus problemas'' (1977) y más tarde ''Ciencia y Valores'' (1984). | |||
En el primero de estos Laudan propone que la ciencia es una empresa dirigida a la resolución de problemas (tanto empíricos como conceptuales) y con este concepto puede comparar teorías, métodos y tradiciones. En la medida en que una teoría resuelve más problemas que otra, es mejor y por lo tanto será racional elegirla por sobre la otra. Igualmente para las tradiciones de investigación. Ahora bien, ¿qué cuenta como un problema o qué cuenta como un problema resuelto? Para Laudan la respuesta estará en manos de la investigación histórica. No solamente debemos ver qué se entendía como problema sino cómo se entendía que había sido resuelto. Aquí sobrevendrán nuevamente los diferentes marcos historiográficos ya que si bien los astrónomos aristotélicos en tiempos de Copérnico parecían creer que los problemas de los astros estaban resueltos, no era esa la impresión de unos pocos como el mismo Copérnico, y tampoco diríamos en la actualidad que ese problema lo habían resuelto satisfactoriamente. Sin embargo esta última impresión sería de un anacronismo tal que impediría medir si la adecuadamente los problemas resueltos por la teoría. Por otra parte Laudan sostiene que aun en el caso de una inconmensurabilidad que impidiera comparar problemas su criterio de problemas resueltos es igualmente aplicable. Pero está claro que si hay, como dice Laudan, diferentes aproximaciones a la solución, o bien hay diferentes grados en que el problema puede ser resuelto en cuanto a sus aproximaciones y precisiones, entonces será crucial la comparación y en algún momento Laudan tendrá que solucionar el problema de la inconmensurabilidad. Aunque Laudan en la actualidad (en México DF) se dedica a la influencia de la historia de la ciencia en el sistema jurídico, sus propuestas son especialmente motivadoras en cuanto a una defensa de la noción de progreso sofisticada que puede llevarse al nivel de la medición mediante el análisis histórico. | En el primero de estos Laudan propone que la ciencia es una empresa dirigida a la resolución de problemas (tanto empíricos como conceptuales) y con este concepto puede comparar teorías, métodos y tradiciones. En la medida en que una teoría resuelve más problemas que otra, es mejor y por lo tanto será racional elegirla por sobre la otra. Igualmente para las tradiciones de investigación. Ahora bien, ¿qué cuenta como un problema o qué cuenta como un problema resuelto? Para Laudan la respuesta estará en manos de la investigación histórica. No solamente debemos ver qué se entendía como problema sino cómo se entendía que había sido resuelto. Aquí sobrevendrán nuevamente los diferentes marcos historiográficos ya que si bien los astrónomos aristotélicos en tiempos de Copérnico parecían creer que los problemas de los astros estaban resueltos, no era esa la impresión de unos pocos como el mismo Copérnico, y tampoco diríamos en la actualidad que ese problema lo habían resuelto satisfactoriamente. Sin embargo esta última impresión sería de un anacronismo tal que impediría medir si la adecuadamente los problemas resueltos por la teoría. Por otra parte Laudan sostiene que aun en el caso de una inconmensurabilidad que impidiera comparar problemas su criterio de problemas resueltos es igualmente aplicable. Pero está claro que si hay, como dice Laudan, diferentes aproximaciones a la solución, o bien hay diferentes grados en que el problema puede ser resuelto en cuanto a sus aproximaciones y precisiones, entonces será crucial la comparación y en algún momento Laudan tendrá que solucionar el problema de la inconmensurabilidad. Aunque Laudan en la actualidad (en México DF) se dedica a la influencia de la historia de la ciencia en el sistema jurídico, sus propuestas son especialmente motivadoras en cuanto a una defensa de la noción de progreso sofisticada que puede llevarse al nivel de la medición mediante el análisis histórico. | ||
En su segundo libro ( | En su segundo libro (''Ciencia y Valores'') Laudan ataca el problema del cambio de teorías buscando subsanar otro de los huecos que dejaran las tesis kuhnianas. Esta vez el problema es el siguiente. Si el cambio conceptual de una teoría a otra es tal que supone un cambio revolucionario (aunque Laudan no lo plantea en estos términos) entonces pareciera que no puede haber una base para la elección racional entre teorías. Laudan mostrará que cuando vemos un cambio radical de teorías, métodos y valores que sustenta la ciencia (valores como la precisión, la adecuación de la teoría a los datos y todo aquello que a los científicos les parece 'bueno' en el sentido de valorable) en realidad debería desglosarse ese cambio drástico de estas tres componentes en tres pasos sucesivos. Pensemos en que si tenemos una terna compuesta por las teorías, los métodos y los valores en un momento inicial (T, M, V) previo al cambio que parece revolucionario, habrá que mostrar que dos componentes de la terna dan la base de racionalidad necesaria para aceptar el cambio en el tercer componente. Así dados los valores que perseguimos (precisión, ajuste, predicción, etc.) y los métodos experimentales con los que contamos, llegados a cierto punto parece racional cambiar de teoría. Pero luego con la nueva teoría y los mismos valores parece racional aggiornar los métodos, y finalmente sobre la base de los nuevos métodos y las nuevas teorías vemos que es racional revisar lo que nos parece bueno o deseable para nuestra práctica científica, es decir, los valores. |
Revisión actual - 02:54 22 feb 2012
Larry Laudan
Algunas de las ideas que siguieron a esta polémica entre Kuhn y Popper fueron por ejemplo las ideas de Larry Laudan.
Sus libros más conocidos sobre estos temas son El progreso y sus problemas (1977) y más tarde Ciencia y Valores (1984).
En el primero de estos Laudan propone que la ciencia es una empresa dirigida a la resolución de problemas (tanto empíricos como conceptuales) y con este concepto puede comparar teorías, métodos y tradiciones. En la medida en que una teoría resuelve más problemas que otra, es mejor y por lo tanto será racional elegirla por sobre la otra. Igualmente para las tradiciones de investigación. Ahora bien, ¿qué cuenta como un problema o qué cuenta como un problema resuelto? Para Laudan la respuesta estará en manos de la investigación histórica. No solamente debemos ver qué se entendía como problema sino cómo se entendía que había sido resuelto. Aquí sobrevendrán nuevamente los diferentes marcos historiográficos ya que si bien los astrónomos aristotélicos en tiempos de Copérnico parecían creer que los problemas de los astros estaban resueltos, no era esa la impresión de unos pocos como el mismo Copérnico, y tampoco diríamos en la actualidad que ese problema lo habían resuelto satisfactoriamente. Sin embargo esta última impresión sería de un anacronismo tal que impediría medir si la adecuadamente los problemas resueltos por la teoría. Por otra parte Laudan sostiene que aun en el caso de una inconmensurabilidad que impidiera comparar problemas su criterio de problemas resueltos es igualmente aplicable. Pero está claro que si hay, como dice Laudan, diferentes aproximaciones a la solución, o bien hay diferentes grados en que el problema puede ser resuelto en cuanto a sus aproximaciones y precisiones, entonces será crucial la comparación y en algún momento Laudan tendrá que solucionar el problema de la inconmensurabilidad. Aunque Laudan en la actualidad (en México DF) se dedica a la influencia de la historia de la ciencia en el sistema jurídico, sus propuestas son especialmente motivadoras en cuanto a una defensa de la noción de progreso sofisticada que puede llevarse al nivel de la medición mediante el análisis histórico.
En su segundo libro (Ciencia y Valores) Laudan ataca el problema del cambio de teorías buscando subsanar otro de los huecos que dejaran las tesis kuhnianas. Esta vez el problema es el siguiente. Si el cambio conceptual de una teoría a otra es tal que supone un cambio revolucionario (aunque Laudan no lo plantea en estos términos) entonces pareciera que no puede haber una base para la elección racional entre teorías. Laudan mostrará que cuando vemos un cambio radical de teorías, métodos y valores que sustenta la ciencia (valores como la precisión, la adecuación de la teoría a los datos y todo aquello que a los científicos les parece 'bueno' en el sentido de valorable) en realidad debería desglosarse ese cambio drástico de estas tres componentes en tres pasos sucesivos. Pensemos en que si tenemos una terna compuesta por las teorías, los métodos y los valores en un momento inicial (T, M, V) previo al cambio que parece revolucionario, habrá que mostrar que dos componentes de la terna dan la base de racionalidad necesaria para aceptar el cambio en el tercer componente. Así dados los valores que perseguimos (precisión, ajuste, predicción, etc.) y los métodos experimentales con los que contamos, llegados a cierto punto parece racional cambiar de teoría. Pero luego con la nueva teoría y los mismos valores parece racional aggiornar los métodos, y finalmente sobre la base de los nuevos métodos y las nuevas teorías vemos que es racional revisar lo que nos parece bueno o deseable para nuestra práctica científica, es decir, los valores.